domingo, 19 de mayo de 2013

Un estudiante "gasta una broma" a su profesora, le quema el pelo.

(Si desea ver titulares del día siga este enlace, si quiere acceder a las "reglas antiadoctrinamiento, puede hacerlo aquí, para acceder a la entrada "¿necesita España democracia directa"?, una propuesta de dos políticos suizos de raíces españolas, siga este enlace).


Como lo oyen, el diario "Hoy" habla de ello y la siete le "da publicidad", esa cadena y todo el que esté viendo o haya visto este programa; ya deberíamos saber como funcionan las audiencias. Lo he oido en la televisión y me he puesto a escribir sobre ello, pero la cadena no la he visto más, de mi audiencia, con "eso", no conseguirán anuncios.

El mismo periódico publica que un psiquiatra en el programa de Ana Rosa Quintana ha dicho: "Al menor deberían darle una paliza que no dejase marcas»El psiquiatra José Miguel Gaona ha afirmado en 'El programa de Ana Rosa' que los padres del menor "deberían darle una paliza, una paliza pequeña, que no dejase marcas". 

La presentadora del espacio que emite Telecinco reaccionó enseguida y afeó la opinión del autor del libro 'Ser adolescente no es fácil'. "¡Cómo dices eso, que eres psiquiatra!", espetó Ana Rosa Quintana.

Gaona es doctor en Medicina 'cum laude' por la Universidad Complutense de Madrid y ha sido director de la revista 'Educar bien. Niños' y asesor técnico del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid."

"La Siete" abunda en el asunto, entrevistando a unos niños de unas chabolas, rumanos ellos, lo que hace falta para promover el racismo, estas televisiones como siempre contribuyendo a la convivencia. El problema, para mí, proviene de varios sitios; desde mi experiencia como profesor de clases particulares, podría exponer algunos:

Primero, muchos papás han olvidado que ellos también fumaron y se cogieron moñas, ¿verdad?, yo lo he hecho, ya está bien de hipocresía; SIENDO MENOR BEBÍ Y FUMÉ PORROS. Si señores, si, solo que cuando me pillaban me "las cargaba", ahora les psicoanalizan como si fueran "psicópatas en potencia". El miedo, reflejado en el control de la publicidad, no soluciona nada, solo nos hace más esclavos de "quienes manejan los hilos".

Otro factor, a tener en cuenta es que antes, uno de los dos cónyuges, normalmente era la mujer, no trabajaba fuera, por motivos que no son objeto de esta entrada; eso permitía pasar tiempo con los hijos y ponerles límite de forma más efectiva. ¿Estoy diciendo que la mujer no debería trabajar?, NO, EN ABSOLUTO. 

Estoy diciendo que hoy ambos, en demasiadas ocasiones, deben trabajar muchas horas para pagar una hipoteca abusiva, unas matriculas cada día más caras, y un largo etcétera...en definitiva, no pueden pasar con sus hijos el tiempo suficiente. Estoy diciendo que no parece que hayamos progresado tanto y que hoy, con la crisis, la conciliación laboral es casi imposible.

Si a todo esto le sumamos que muchos profesores tiene miedo y su reacción lógica es "retraerse" (aunque pienso que eso es peor) y no se imponen, acaban con depresión y de baja (hoy eso puede suponer el despido); si añadimos que hay padres que también tienen miedo; que la propia sociedad ya no es límite de los jóvenes, pues siente "pavor" de ellos; el "caldo de cultivo" que genera todo esto, un día nos estallará en las manos, tiempo al tiempo...

Pero además, cuando votamos, sobre todo los adultos (nosotros), estamos legitimando, para bien o para mal (lo segundo parece ser lo más habitual en este país), a quienes deben ser nuestro apoyo en la educación de nuestros hijos y en no pocas ocasiones, parecen ser un obstáculo; personas que crean leyes o muy permisivas o excesivamente represivas y que han conseguido que estemos "los últimos de la fila". Dicen los sabios que en el término medio se encuentra la virtud y quizás ahí esté la solución al problema.

No, no es el alcohol, ni la crisis, ni las drogas, eso son agravantes y no la esencia del problema. Yo creo que es el sistema y nosotros; el sistema porque nos obliga a trabajar 12 horas al día y eso hace que no atendamos a nuestros hijos como es debido y nosotros (profesores, padres, clase política y demás adultos) porque les hemos permitido "subirse a la chepa". Encima legitimamos a quienes están más interesados en "llenarse los bolsillos" que en ayudarnos con la educación de "nuestros retoños".


Todos hemos hecho locuras, solo que los adultos, a mi modo de ver, antes se comportaban como tal, hoy delegan en el estado, en un terapeuta o en el profesor de clases particulares. Nosotros somos un apoyo, no la solución, los hijos, quienes deben educarlos principalmente son sus padres.


Soy profesor de clases particulares y sé de que hablo, la autoridad se gana predicando con el ejemplo. A mí no me queman el pelo, por dos motivos, uno porque me tienen cariño y respeto, que me he ganado con mi esfuerzo y siendo comprensivo pero rígido a la vez...

Dos porque no tengo hace ya muchos años, soy calvo.

4 comentarios:

  1. Me gusta, pero más si cambias el “calado de cultivo” y las “clases articulares”.

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  2. Respuestas
    1. El placer es todo mío, espero tus correciones futuras...

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