sábado, 28 de diciembre de 2013

Suiza, la patria del ficticio Tell

Entrada escrita por Damian Iglesias Cebrian 

Cierto es que la patría del ficticio Tell se hizo brava ante el ostentoso Habsburgo y que su tenacidad sustentada por la orografía les permitió resistir siempre al invasor como cierta ficticia aldea gala, pero de ahí a que sean un dechado de virtudes va un trecho...

Esos " sarumanes " DE LA OPACIDAD FISCAL , que nos quemaron a Miguel Servet por un lado y en un cantón cuya capital tiene nombre de borrachera y por otro lado y en otro cantón suministran la guardia personal del Papa los últimos seis siglos, esos que tu dices bravos mercenarios, piqueros ellos que, junto a lansquenetes teutones presentaros batalla a otros Hausburgos (ya de sangre hispana), fueron arrollados por los tercios de España.

Esos crearon la cruz roja (tras la batalla de Solferino), entre gabachos del segundo imperio y saboyanos, para hacer negocio; los mismos que que se pusieron las botas del 14 al 18, para luego guardar la rapiña del ogro teuton al pueblo de YHAVÉ; esos, no tienen nada que enseñarnos.


El pueblo, el pueblo..., ¿acaso una reunión asamblearia, en un valle perdido de los Alpes, donde decidir qué hacer con las aguas residuales para no perder tan bellas vistas, ha hecho de Suiza lo que es?. Tú lo has dicho, no hay recursos naturales, ni industrias de gran calado, nos basamos solamente en guardar y administrar los caudales extranjeros de dudosa procedencia. Caudales, en muchos casos, procedentes de mafias y poderosos del mundo, de... sarumanes.

Uno puede ser autista con respecto a sus vecinos, feliz e individualista, como son los peristas que gestionan las joyas que buenos clientes de puertas adentro no dejan de ser delicuentes de puertas a fuera, asi que como dicen en mi gremio " con la herramienta de otro, cualquiera es empresa"




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