Libertad de Expresión: ¿Hay dos clases de libertad?.

Esta entrada ha sido escrita por Maricruz Mendez.

Hay que me enfurruño toda cuando digo que nada ni nadie me corta mi libertad, que nadie ocupa mi espacio vital, que nadie es nadie para coartarme mi forma de ser, que cuando ando por la cuerda del equilibrio y presumo de que nada me importa más que mi libertad.

¿Y mi libertad de expresión que?...-QUE ES MENTIRA- que nunca se es libre del todo, he comprendido que la libertad a veces es lastimosa, a veces hay que tener cuidado de no herir a otros con lo que se dice aunque no sea malo, aunque sean cosas que uno siente de decir pensando en mi derecho de expresar y presumiendo de mi libertad...

Pues resulta que muchas veces escribo y yo tan feliz de comentar ciertas injusticias políticas que no me parecen bien, o simplemente hacer crítica a la iglesia PUES me da no sé qué decir que la aborrezco, me da repelús cualquier creencia religiosa por muy buena que me la pinten me dan pánico la actitud sectaria y como se desacen familias enteras por estas acaparadoras de almas... 

¡Ea ya lo he dicho! Hasta qué punto temo herir los sentimientos de los demás que antes de darle al publicar releo, raquetéelo y de pronto me digo: esto le va a molestar a fulanita/os o menganita/os porque son de tal religión, o ideas convencionales o de tal come cocos, políticamente hablando, me pasa hasta con las postales que publico. 

¡Me-me-me lo pienso y todo! por eso muchas veces le-le- le doy a eliminar(punto y final); ahí acabo mi libertad de expresar a los cuatro vientos mis sentires. Yo misma por no molestar o herir- dejo de ser yo misma y entonces ¿dónde quedo mi libertad de expresión?; aquí nunca mejor dicha la expresión aquella: "Mi libertad se termina dónde empieza la de los demás". 

Decía Charles Kingsley: “Hay dos clases de libertad: la falsa, en la que uno puede hacer lo que le plazca, y la verdadera, en la que uno puede hacer lo que debe hacer”.

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